Creada por iniciativa de Estados Unidos, esta coalición pretende reunir a los principales actores internacionales, gobiernos, organizaciones intergubernamentales, agencias especializadas, sociedad civil y sector privado, para una acción concertada que permita hacer frente a los retos que plantean las drogas sintéticas a escala mundial.

Tiene lugar en un contexto en el que las drogas sintéticas representan una amenaza creciente para la salud pública, la seguridad y la estabilidad en muchos países del mundo, y en el que la producción y circulación de estas sustancias químicas han aumentado exponencialmente, generando efectos nocivos en la sociedad, incluidos problemas de drogadicción, delincuencia y violencia.

Los objetivos de la coalición son reforzar la coordinación y la cooperación internacionales facilitando el intercambio de información, conocimientos especializados y buenas prácticas para comprender mejor las tendencias de la producción, el tráfico y el consumo de drogas sintéticas, y fomentando la cooperación bilateral, regional y multilateral para dar una respuesta concertada y eficaz.

En su intervención en la reunión, el ministro Bourita afirmó que Marruecos se compromete a desempeñar un papel activo en la lucha contra las amenazas que representan las drogas de síntesis, en línea con sus compromisos globales.

Se felicitó el establecimiento de este nuevo mecanismo mundial, señalando que esta coalición llega en un momento crucial, dadas las devastadoras consecuencias del consumo de drogas para la salud, la seguridad y la cohesión social.

El éxito de esta coalición mundial requiere el compromiso colectivo de todas las partes interesadas en esta lucha, añadió el ministro, subrayando que la cooperación internacional y el multilateralismo deben ser sus principios rectores.

En esta ocasión, el Sr. Bourita hizo tres recomendaciones clave para mejorar la acción futura de esta coalición, entre ellas el establecimiento de un sistema de alerta eficaz para identificar nuevas sustancias sintéticas emergentes. Este sistema debería facilitar el intercambio rápido de información e inteligencia entre los países miembros, para permitir una rápida detección y reacción.

La segunda recomendación aborda la prevención, el tratamiento y la concienciación, dando prioridad a la intervención sanitaria temprana y a las opciones de tratamiento, reforzando las asociaciones científicas y de investigación para adelantarse a la evolución de las tendencias de las drogas sintéticas, y poniendo en marcha programas de concienciación, educación y resiliencia comunitaria, tanto en línea como fuera de ella.

El ministro también hizo un llamamiento para que se fomente la colaboración internacional, lo que debería implicar una mayor cooperación entre los países en el marco de operaciones conjuntas y el refuerzo de las capacidades y las asociaciones entre las comunidades científicas, los profesionales de la salud y los organismos encargados de la aplicación de la ley para dar respuestas eficaces, con especial atención al continente africano.

"La creciente pérdida de vidas humanas a causa de las drogas de síntesis es un firme recordatorio de la urgencia de una acción concertada", prosiguió el ministro marroquí, señalando que la demanda y la oferta de drogas de síntesis van en aumento, dando lugar a la aparición de nuevos mercados más allá de los tradicionales.

Basándose en datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), el ministro señaló que en 2021 casi 300 millones de personas habrán consumido drogas, incluidas las sintéticas, lo que representa un aumento del 23% en diez años.

El número de personas que padecen trastornos relacionados con las drogas casi ha alcanzado los 40 millones, lo que supone un aumento del 45% en la última década, lamentó también Bourita.

Refiriéndose a la "probada colaboración entre narcotraficantes y diversos actores no estatales, incluidos grupos terroristas y separatistas", afirmó que estos grupos utilizan los beneficios generados por sus actividades ilícitas para exacerbar la inestabilidad regional, lo que subraya aún más la urgente necesidad de estrategias globales.

En Marruecos, el consumo de drogas y la drogadicción se reconocen como un importante problema de salud pública, y la lucha contra el narcotráfico es una prioridad nacional, subrayó Bourita, señalando que el Reino sufre el contrabando de drogas sintéticas en su región.

Sólo en los últimos tres años, las autoridades marroquíes se han incautado de más de 5 millones de comprimidos psicotrópicos, principalmente introducidos de contrabando en Marruecos desde los países vecinos, recordó.

Para combatir eficazmente los efectos nocivos de este problema, Marruecos ha puesto en marcha una estrategia global e integrada de lucha contra el tráfico de drogas y sustancias psicotrópicas, que se ajusta periódicamente a las resoluciones adoptadas por los órganos de las Naciones Unidas y se centra en la reducción de la oferta, la prevención del uso indebido y el consumo de drogas, la lucha contra el tráfico ilícito y el fortalecimiento de la cooperación internacional, concluyó.