"A pesar de la legitimidad única que les confiere la ONU, los mediadores no pueden sustituir a las verdaderas partes implicadas en las situaciones de conflicto", subrayó Bourita en su declaración en esta reunión anual de los Ministros de Asuntos Exteriores del Grupo, copresidida por Turquía y Finlandia.

En este contexto, insistió en que estas partes verdaderas deben asumir su responsabilidad en la creación y el mantenimiento del conflicto, señalando que "sin una verdadera voluntad política entre estas partes, el éxito de la mediación seguirá siendo difícil de alcanzar, si no imposible".

Asimismo, el Ministro destacó que la legitimidad única de la ONU para llevar a cabo procesos de facilitación y mediación "debe salvaguardarse contra la proliferación de iniciativas que, en el mejor de los casos, debilitan los procesos con mandato de la ONU y, en el peor, comprometen las posibilidades de éxito".

El Sr. Bourita también indicó que, en consonancia con la Alta Visión de SM el Rey Mohammed VI, Marruecos ha participado en varias iniciativas de mediación, incluso en la región del Río Mano, el Sahel, Oriente Medio y Libia, impulsado por su compromiso inquebrantable con la resolución pacífica de los conflictos y su creencia en el valor de la diplomacia.

Destacando que Marruecos insiste en la necesidad de reforzar la mediación en la actual arquitectura de paz y seguridad de las Naciones Unidas, afirmó que la mediación ha demostrado ser un mecanismo "importante" en la prevención de conflictos, ya que ha demostrado su capacidad de adaptación a los profundos cambios en los diferendos.

Subrayó que las Naciones Unidas disponen de un capital "impresionante" en materia de mediación, sosteniendo que Marruecos se congratula a este respecto de la iniciativa "Nuestro Programa Común" del Secretario General, que hace hincapié en el imperativo de reforzar la capacidad de la ONU en materia de prevención y gestión de conflictos.

El Ministro también insistió en que la apropiación nacional de la prevención y resolución de conflictos es un principio "fundamental" de cualquier proceso de mediación, como demuestra la crisis libia.

"Sin ninguna agenda oculta, el enfoque que Marruecos defiende constantemente es el de garantizar que las partes libias ejerzan la apropiación nacional del proceso político, afirmando al mismo tiempo la importancia de los buenos oficios de la ONU para promover la convergencia de posiciones", precisó.