En su intervención el ministro Nasser Bourita declaró que la cuestión palestina y el estatuto de la ciudad de Al-Quds siguen estando en el centro de las preocupaciones de todos los marroquíes y seguirán ocupando un lugar importante en la acción política, diplomática y humanitaria del Reino bajo la dirección de SM el Rey Mohammed VI, presidente del Comité Al-Quds,

Esta posición, añadió Bourita, fue la que motivó el llamamiento del difunto SM Hassan II a sus hermanos dirigentes de los países islámicos, en 1969, para celebrar la histórica primera Cumbre Islámica en Rabat, que dio lugar a la creación de la Organización de la Conferencia Islámica.

El Reino no ha dejado de insistir, como todos los países islámicos hermanos, en que la causa palestina sigue estando en el centro de las preocupaciones de la organización, indicó el ministro, añadiendo que no puede lograrse una paz global en la región sin una solución aceptable de esta cuestión y sin que el pueblo palestino se beneficie de sus derechos legítimos, incluida la creación de un Estado independiente, con Al-Quds como capital, en el marco de la solución de dos Estados y de acuerdo con las resoluciones internacionales pertinentes.

En este contexto, el Ministro Bourita afirmó que Marruecos continuará sus esfuerzos, utilizando sus capacidades y sus distinguidas relaciones con todas las partes y todas las potencias internacionales involucradas, para asegurar las condiciones adecuadas para la reanudación de las negociaciones, que son la única manera de poner fin al conflicto y garantizar la paz y la estabilidad en Oriente Medio.

El ministro recordó también que la agencia Bayt Mal Al Quds ha emprendido, bajo la supervisión personal de SM el Rey Mohammed VI, numerosos proyectos en los ámbitos de la vivienda, la educación y la acción social para contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los habitantes de Al-Quds, apoyar su resistencia y preservar los aspectos civilizatorios y espirituales de la ciudad santa, habida cuenta de su lugar como encrucijada de las tres religiones monoteístas, como patrimonio común de la humanidad y como tierra de convivencia.

Por otra parte, el Sr. Bourita afirmó que la organización está llamada a afrontar los retos que plantea una situación internacional marcada por varias convulsiones, que afectan a la vida de todos los pueblos de la Umma islámica.

Añadió que las cuestiones políticas a las que se enfrenta la organización no deben relegar a un segundo plano las cuestiones sociales y de desarrollo, que constituyen la base para consolidar la cooperación y promover el comercio entre los Estados miembros, con el fin de elevarlos al nivel esperado, hacer frente a los retos planteados y superar las crisis económicas.

El ministro se congratuló, a este respecto, de la adhesión de los países de la OCI al Sistema de Comercio Preferencial entre los Estados miembros de la OCI y de las medidas adoptadas por el Comité Permanente de Cooperación Económica y Comercial de la OCI (COMCEC) a este respecto, añadiendo que este sistema puede reforzar las capacidades de los países miembros para establecer asociaciones fructíferas y consolidar la acción islámica conjunta.

En cuanto a la reforma del Sistema de Acción Islámica Conjunta, el Sr. Bourita subrayó la necesidad de proseguir este impulso en el marco de una visión asociativa basada en la convergencia de puntos de vista entre los países miembros para promover la acción islámica y desarrollar sus métodos y mecanismos.